“En ese momento, personal de mi custodia me dijo ‘vamos, vamos’ porque me quería alejar del túmulo y ahí terminé el círculo, firmo los últimos libros y subo. Reitero, solo me di cuenta del hecho cuando lo vi por televisión”.
La frase pertenece a Cristina Kirchner. Es un tramo de su declaración testimonial ante la jueza María Eugenia Capuchetti y el fiscal Carlos Rívolo, que el 2 de septiembre, horas después del ataque, se constituyeron en el domicilio de la Vicepresidenta en Recoleta para conversar con la funcionaria en el marco de la instrucción que acababa de comenzar.
El que le preguntó a la titular del Senado si su custodia le había dado alguna indicación tras el ataque fue Rívolo y la frase de la Vicepresidenta solo colocó más dudas sobre el accionar de sus custodios y la falta de un seguimiento claro del Protocolo Nº 7, que marca las pautas generales con las que debe actuar la custodia de los funcionarios y dignatarios.
La declaración de Cristina Kirchner coloca más dudas sobre el accionar de la custodia
Según Cristina Kirchner, uno de los custodios le dijo “vamos, vamos”. En los videos se observa que su seguridad no habría cumplido con lo pautado en el manual de procedimiento.
TN accedió a documentos oficiales del Ministerio de Seguridad en los que se detallan punto por punto cómo debió haber actuado la custodia según el Protocolo 7. El punto 2.4 del apartado “Reacciones” establece que ante el ataque el jefe de la custodia “deberá hacer agachar al dignatario tomándolo por el cinturón y haciendo que sus rodillas se inclinen ligeramente”. Nada de esto ocurrió.
Los videos muestran cómo tras el ataque de Fernando Sabag Montiel la Vicepresidenta permanece en el lugar y observa cómo la militancia se lleva al atacante. Por las fallas en el operativo de Seguridad, la cartera que conduce Aníbal Fernández abrió un sumario administrativo para establecer si existió responsabilidad o negligencia por parte de los agentes que debían resguardar a Cristina Kirchner.
Qué dice el Protocolo 7 que debieron haber respetado los custodios de Cristina Kirchner
Otro de los puntos que no se respetó es el que indica que en caso de existiera un vehículo cerca del funcionario atacado, este debe ser introducido en el interior. El manual agrega: “Se introducirá al dignatario con la mayor premura en el asiento trasero, debiendo el oficial a cargo colocarse encima de éste, cubriéndolo con su cuerpo. En cuanto le sea posible deberá revisarlo físicamente en forma superficial en busca de heridas”.
A tan solo centímetros de la Vice se encontraba un Toyota Corolla blanco que forma parte de su custodia, pero ninguno de sus agentes la colocó allí. Según la propia Cristina Kirchner instantes después del intento de asesinato continuó con la firma de libros y luego se retiró hacia su departamento.
Que la Vicepresidenta haya permanece en el lugar viola otra de las normativas, ya que el primer ataque puede haber sido una maniobra de distracción. El manual detalla. “La adopción de estos procedimientos son aptos para defender la integridad física del dignatario respecto de un ataque secundario, ello ante la previsión de que el primer ataque que se registre pudiera tratarse de una táctica de distracción”.
La Justicia busca determinar si la custodia actuó acorde a este protocolo. ¿Por qué no se trasladó a Cristina Kirchner a un lugar seguro? ¿En qué momento los agentes tomaron noción de que se trataba de un ataque? ¿La reacción fue acorde a lo establecido?
En este sentido, uno de los puntos que no queda claro es si se respetó el punto 2.4.3.2 “B” del tramo “Evacuación”, que establece que “el 2º jefe de la custodia deberá interponer su persona entre el dignatario y el lugar de donde provenga el ataque”.
Más de 100 agentes de seguridad y un protocolo en revisión
La custodia de Cristina Kirchner sigue a cargo de Diego Carbone, histórico jefe de su custodia. La remoción de los agentes no tocó a los altos mandos, según pudo saber TN de fuentes oficiales. Cristina Kirchner tiene 100 agentes de seguridad de la Policía Federal que la cuidan a ella y a su familia.
Se trata de una custodia que trabaja bajo la modalidad denominada 24×48, es decir, 24 horas de trabajo y 48 horas de descanso. Todos los agentes se dividen en tres turnos para garantizar la seguridad de la funcionaria durante todo el día, incluido los fines de semana. El ataque provocó que se incremente en 20 la cantidad de agentes en la puerta del edificio de Recoleta y se revean los protocolos.
En La Cámpora continúa el malestar con el ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, que tras el ataque se reunió con Cristina Kirchner. La agrupación que comanda Máximo Kirchner lo cuestiona porque debió haber asegurado la zona, ya que la Policía Federal estaba a cargo de la custodia del lugar tras la decisión del juez Gallardo, que le ordenó a la Policía de la Ciudad que se retire.
Cuestionan, a su vez, el accionar de los custodios. Los mismos que -sin intención alguna- Cristina Kirchner parece haber comprometido con su declaración.