La producción industrial repuntó más de lo esperado en julio en Estados Unidos, gracias a un fuerte impulso de la fabricación de automóviles, según datos publicados el martes por la Reserva Federal (Fed, banco central).
La producción de la rama industrial creció 0,6% con relación a junio, por encima del 0,3% esperado por los analistas. Sobre julio de 2021 el incremento es de 3,9%.
Este avance es producto sobre todo del aumento en la fabricación de autos y piezas para autos, que creció 6,6% luego de seis meses de caída continua. Este sector, clave en la generación de mano de obra, se ve muy perturbado desde hace un año y medio por la escasez de semiconductores, que viene lastrando la producción de vehículos.
El sector manufacturero, que representa el 11,9% de la economía estadounidense, sigue apoyado por la fuerte demanda de bienes, incluso cuando el gasto se está desplazando gradualmente hacia los servicios. Pero los riesgos aumentan, ya que los minoristas tienen un exceso de inventario, especialmente de ropa.
La utilización de la capacidad del sector manufacturero, que mide el grado de utilización de los recursos por parte de las empresas, aumentó medio punto porcentual hasta el 79,8% en julio. Está 1,6 puntos porcentuales por encima de su media a largo plazo. La utilización global de la capacidad del sector industrial aumentó al 80,3% el mes pasado, frente al 79,9% de junio. Está 0,7 puntos porcentuales por encima de su media de 1972-2021.
Un dólar fuerte como resultado de una política monetaria más estricta podría encarecer las exportaciones estadounidenses. El banco central estadounidense ha subido su tipo de interés en 225 puntos básicos desde marzo. El agresivo endurecimiento de la política monetaria ha suscitado el temor a una recesión, perjudicando el sentimiento empresarial.
En tanto la demanda de los consumidores se ve erosionada por la inflación y el encarecimiento del crédito, por los aumentos de tasas de la Reserva Federal.
Los funcionarios de la Reserva Federal tienden a buscar en las medidas de uso de la capacidad señales de la “holgura” que queda en la economía, es decir, el margen de maniobra que tiene el crecimiento antes de convertirse en inflacionario.
Cae la construcción de viviendas
La construcción de viviendas cayó en julio a su nivel más bajo en casi un año y medio, lastrada por el aumento de las tasas hipotecarias y de los precios de los materiales de construcción, lo que sugiere que el mercado inmobiliario podría contraerse aún más en el tercer trimestre.
El informe del Departamento de Comercio del martes también mostró que los permisos para la construcción de futuras viviendas cayeron a su nivel más bajo en 10 meses, un descenso que se concentró en las viviendas unifamiliares.
El mercado de la vivienda ha sido el más afectado por las agresivas subidas de las tasas de interés de la Reserva Federal, destinadas a enfriar la economía para controlar la inflación.
Las viviendas iniciadas se desplomaron un 9,6% a una tasa anual desestacionalizada de 1,446 millones de unidades el mes pasado, el nivel más bajo desde febrero de 2021. Los datos de junio se revisaron ligeramente al alza, a una tasa de 1,599 millones de unidades, frente a los 1,559 millones de unidades comunicados anteriormente. Economistas encuestados por Reuters habían pronosticado un descenso de los inicios a una tasa de 1,540 millones de unidades.
La Reserva Federal, que se esfuerza por volver a situar la inflación en su objetivo del 2%, ha subido su tasa de interés oficial en 225 puntos básicos desde marzo. Los tipos de interés de las hipotecas, que se mueven en paralelo a los rendimientos de los bonos del Tesoro estadounidense, se han disparado aún más.
La hipoteca de tasa fija a 30 años ronda una media del 5,22%, frente al 3,22% de principios de año, según datos de la agencia de financiación hipotecaria Freddie Mac. La inversión fija residencial descendió a su ritmo más pronunciado en dos años en el segundo trimestre y se avecinan más problemas.
Un sondeo difundido el lunes mostró que el índice de confianza del mercado de la vivienda de la Asociación Nacional de Constructores de Viviendas/Wells Fargo cayó por octavo mes consecutivo en agosto, por debajo del nivel de equilibrio de 50 puntos por primera vez desde mayo de 2020. El aumento de los costos de construcción y de las tasas de interés hipotecarias fueron los principales responsables.