La Cooperativa Desafíos Productivos se propuso dos objetivos: abastecer el mercado de consumo en fresco y la producción con destino industrial. En esta línea, el INTA acompaña al proyecto con el aporte del material inicial y asesoramiento productivos. En la actualidad, las frutillas del Chaco fueron seleccionadas por la empresa láctea Danone para la producción de yogurt.
Javier Vagabculov –investigador del INTA Colonia Benítez, Chaco– explicó: “Desde la institución acompañamos al primer productor de frutilla junto a la cooperativa desde el año 2012, quien incursionó con este cultivo y plantó al este de la provincia inicialmente alrededor de 2000 plantines. No se imaginaban que el cultivo iba a tener un crecimiento exponencial con unas 500.000 mil plantas aproximadas implantadas alrededor de toda la provincia”.
Luis Pizza es productor hortícola y fue el primero que incursionó con el cultivo de frutillas en la provincia hace 15 años. Con su experiencia pionera, contagió a otros productores y nació una cooperativa que logró posicionar a las frutillas chaqueñas en todas las góndolas del país.
“Hace algunos años surgió Cambio Rural con la idea de formar un grupo de productores para sumar a quienes quisieran innovar y sembrar frutillas. Con la cantidad de personas que se acercaron para ser parte del proyecto, aumentó la producción y por eso finalmente se creó la cooperativa. El objetivo fue articular más gente y ampliar el cultivo”, señaló Pizza.
Actualmente los productores suman 10 hectáreas de frutillas implantadas en todo el Chaco. La cooperativa está formada por 30 socios y al tener tanta producción surgió la propuesta de la empresa multinacional láctea Danone que quiso comprar frutillas para la elaboración de un yogurt con frutas, y que lleve el rótulo de dónde proviene el ingrediente principal.
Este convenio dio vida al yogurt chaqueño, “estamos muy contentos de tener un producto a nivel nacional en una góndola que sea de nuestra provincia y que salga gracias al esfuerzo de nuestra plantación de frutillas”, expresó Pizza.
Asimismo, el gobierno del Chaco junto con la empresa está trabajando para instalar una planta de procesamiento industrial: pasar de la producción primaria a sumar el despalillado y procesamiento final de la fruta.
Desde la cooperativa, Ricardo Malvicini –pequeño productor de la zona de Colonia Benítez– indicó: “Tengo una chacra hace muchos años y nunca pudimos hacerla encaminar en algo productivo así que con la posibilidad que surgió de las frutillas y el asesoramiento de la cooperativa y del ministerio de producción, que a través del INTA nos acercan todo el material inicial que se necesita, vamos muy contentos por el segundo año de producción”.
La calidad del producto de comercio en fresco e industrial plantea un montón de desafíos para las organizaciones del sector. En este sentido, el INTA se encuentra desarrollando y probando nuevas variedades con distintas tecnologías orientadas a mejorar la productividad en su cultivo.