El lunes, Federación Sitech participó de la primera reunión paritaria del año, donde dio a conocer su postura de disconformidad y diferencias profundas con el Gobierno provincial, no sólo en la cuestión salarial sino también en la política educativa y condiciones de trabajo.
En relación a lo salarial, la oferta del Gobierno que puede resumirse en la continuidad de la cláusula gatillo en el 2023 y, sobre la misma, una recuperación del salario de un 5% (segundo semestre), se considera totalmente insuficiente, “teniendo en cuenta la pérdida del poder adquisitivo de un 60% acumulado en la gestión de Peppo- Capitanich y que el Gobierno pretende desconocerla contraponiendo una batería de números totalmente inflados que chocan con la realidad, en cuanto que la mayoría de los docentes están por debajo de la línea de pobreza”, remarcaron desde el sector.
Asimismo, reivindicaron la cláusula gatillo “como un mecanismo adecuado para no perder contra la inflación, pero de lo que se trata es de recuperar poder adquisitivo perdido en los últimos años”, explicaron.
“Tampoco hubo respuesta sobre devolución de los injustos haberes descontados por días de paro, expresando este sindicato que no se puede considerar ejercicio vencido y, por lo tanto, el conflicto no será superado en la medida de que no se haga justicia con ese reclamo”, subrayaron.
En relación a las condiciones de trabajo, se manifestó el rechazo a la suspensión de los concursos del nivel primario, inicial y biblioteca, en la que se vieron perjudicados más de 15.500 docentes, “en resguardo de un centenar que salieron en una cautelar dictada por la justicia y, por lo tanto, esos docentes no tendrán este año el derecho al traslado e ingreso”, señalaron.
Nuevamente, se denunció “el negocio millonario de los postítulos implementados por el ministro y dirigentes gremiales, que puede ser eliminado si los Institutos de Educación Superior toman esa tarea en forma gratuita y el Estado dirigiendo el perfeccionamiento para la mejora de la calidad educativa”.
A su vez, se requirió la continuidad del congreso educativo para debatir en forma participativa la crisis que vive la educación, en el camino de fortalecer la escuela pública.
En síntesis, en las condiciones actuales y la falta de respuesta a lo planteado, trae como consecuencia “la instalación nuevamente del conflicto”, indicaron.
Asimismo, el paso a un cuarto intermedio en estas condiciones determinará la consulta a los docentes en las escuelas para que se debata, a partir del 22 de febrero, la posibilidad del no inicio de clases y, principalmente, la metodología de lucha para conseguir otros resultados. “Es decir, la propia docencia es la que tiene la última palabra”, concluyeron.