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JIMENA BARÓN REFLEXIONÓ SOBRE LA MATERNIDAD, CON UNA CRÍTICA VELADA A DANIEL OSVALDO: “ME LARGO A LLORAR”

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Jimena Barónsuele usar sus redes sociales para mostrarse de manera transparente, sin importar el qué dirán. Anoche no pudo evitar las lágrimas al acostar a dormir a Morrison, el hijo que tuvo con Daniel Osvaldo.

Es por eso quereflexionó en sus historias sobre el ser mamá, y compartió con sus seguidores un retrato de ella que su abuela pintó con acuarelas.

La reflexión de Jimena Barón sobre la maternidad

Jimena Barón abrió su corazón como mamá y quiso plantar bandera con su postura. “Siempre me quedo con Momo en su cama hasta que se duerme (ahora que se independizó, je). A veces (como hoy) apenas siento que se queda dormido, me largo a llorar sin mucha razón”, se sinceró.

Y profundizó sobre su sentir: “Hace pocos años entendí (o más bien sentí) que la vida de verdad pasa volando, y que muchos momentos que mi hijo vive como ordinarios y cotidianos, son en realidad extraordinarios y mágicos, y sobre todo, son la cima, no hay nada más arriba que eso. El truco es que yo lo sé y él no, y por más que se lo explique hasta que no sea grande no lo va a entender, es una especie de hechizo llamado infancia u oro”, escribió.

A continuación, subió una selfie con un cuadro de fondo y luego compartió una foto de la obra en cuestión. “Yo pintada en acuarela por mi abuela, durmiendo la siesta en la cama de mi mamá. Ahí no sabía. Ahora sí”, apuntó con la emoción a flor de piel.

Jimena Barón compartió una selfie con el cuadro que pintó su abuela. Luego, lo mostró en detalle. (Foto: Instagram @jmena)
Jimena Barón compartió una selfie con el cuadro que pintó su abuela. Luego, lo mostró en detalle. (Foto: Instagram @jmena)

Además, escribió unas sentidas palabras para “todas las mamás que se quedan como un roble siendo mamás, desprendiéndose sin dudar, sin ni siquiera pensar, en el dolor, en la traición, en la soledad, en la humillación, en el abandono, en hasta ser mujeres, para antes que todo, seguir siendo mamás”.

“Las admiro y abrazo hasta la luna, sobre todo a las que les costó y les sigue costando tanto, y dejan todo abajo de la alfombra hasta que ellos se duerman para poder llorar un rato, dormir un poco y seguir al día siguiente. Hay recompensa allá arriba y también acá abajo, cuando ellos crecen y se vuelven incondicionales, porque saben, ellos saben más que nadie”, señaló.

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