En un final agónico, los dirigidos por Prigioni se consagraron en el torneo continental. De visitante y con todo en contra (el Arena Geraldao estuvo repleto con casi 12.000 espectadores), el equipo argentino metió un triunfazo para cerrar un torneo invicto con seis triunfos en las seis presentaciones. Un campeonato para sumar la tercera consagración continental y para terminar una racha de 11 años. ¡Salud, campeón!
Unos días antes de llegar a Recife, el panorama de la Selección Argentina parecía complicado. Si bien el plantel siempre se mantuvo unido y tenía como objetivo hacer una gran Americup, el cambio de entrenador con la salida del Che García y la lesión de una pieza clave en defensa como Patricio Garino podía llegar a calar hondo a tan poco tiempo del torneo.
Sin embargo, el equipo ahora dirigido por Pablo Prigioni viajó a Recife, se unió mucho más y se terminó consagrando como campeón invicto del torneo continental. Y no solo eso, sino que le arruinó la fiesta a Brasil en su casa: fue victoria agónica por 73-75.
Argentina había arrancado el partido como para lucirse y respirar. Pero si no hay sufrimiento no hay final. Tanto es así que de los 12 puntos de ventaja del primer cuarto (26-14) en el que todo entraba desde el perímetro, Argentina fue perdiendo la diferencia poco a poco a medida que desaparecía la mano caliente de los exteriores. Y si bien hubo algún pasaje en el que Gabriel Deck tomó la lanza -como en todo el torneo- y se erigió como la figura del equipo con 20 puntos, Brasil llegó a pasar al frente por dos a falta de 1m20s para el cierre.
Sin embargo, la Selección no bajó los brazos, Campazzo y Deck agarraron la pelota que quemaba y se hicieron cargo de los últimos puntos de un equipo que nunca dejó de creer a pesar del flojo último cuarto (apenas ocho puntos, que llegaron todos en los últimos cuatro minutos). De hecho, el base cordobés metió un pase de faja para que Marcos Delía la volcara y luego una conversión con un segundo en el reloj de tiro del santiagueños le dio la victoria al conjunto nacional.
Así, de visitante y con todo en contra (el Arena Geraldao estuvo repleto con casi 12.000 espectadores), el equipo argentino metió un triunfazo para cerrar un torneo invicto con seis triunfos en las seis presentaciones. Un campeonato para sumar la tercera consagración continental y para terminar una racha de 11 años. ¡Salud, campeón!
Las declaraciones de los jugadores
“Estoy muy feliz, muy contento. Es lo que deseábamos con este grupo. Nos lo merecíamos. Siempre me corro de lo individual, este grupo viene jugando hace mucho, siendo un gran grupo, nos pone feliz venir a competir con la Selección. Era para cualquiera de los dos, el que estaba más frío lo ganaba y estamos felices de que haya caído de nuestro lado”, comentó Deck.
“Jugamos con mucho corazón, intensidad, cabeza, pero sabíamos que íbamos a ganar, nos teníamos confianza y nos sacamos un peso de encima. Pasaron muchas cosas, mucho tiempo sin la familia, dimos todo por la camiseta, por la Selección que es lo más importante”, aseguró Laprovittola.
“Salir campeón es lo más feliz . Venimos trabajando hace mucho, nos pusimos firmes en el momento que teníamos que estar, se nos complicó, pero los supimos sobrellevar, lo bueno es que ganamos en un marco, en una cancha difícil. trabajamos mucho para esto, desde el 4 de agosto, muchas cosas en el medo, contentos porque sacrificamos muchas cosas, pero venir acá es lo mejor que hay. No tiene precio ganar acá, en donde estamos, el rival, esto nos va a ayudar a seguir viniendo, a motivarnos aún más”, dijo Campazzo.