River Plate, gano 1 a 0 y con la necesidad de acercarse a la punta, visita a Independiente, ilusionado con el regreso del entrenador Julio Falcioni y que aguarda con ansias las elecciones de octubre próximo. El clásico de la decimosegunda fecha de la Liga Profesional de fútbol (LPF) se disputa en el estadio Libertadores de América-Ricardo Enrique Bochini, del “Rey de Copas”, con el arbitraje de Fernando Rapallini y televisación de TNT Sports.
Los primeros minutos fueron del Millonario, dueño de la posesión, con buen primer pase de Enzo Pérez y desequilibrio a partir de Pablo Solari, que contó con la primera chance del partido: a los 7′, sacó un remate cruzado dentro del área que requirió de la intervención de Álvarez. “No podemos agarra la pelota”, se lamentó Falcioni en el banco de suplentes, más allá de que el Rojo no ofreció espacios.
Es que el plan del dueño de casa fue recuperar la pelota y pasar a fase de ataque con cuatro o cinco hombres. Lo logró a los 22, cuando Soñora habilitó a Benegas y su intento pasó ajustada junto a un palo. O instantes después, cuando Leandro Fernández condujo 5 metros, vio que la defensa se abriía y probó: atajó Armani. En el medio, la Banda sufrió una baja sensible: salió lesionado Enzo Pérez e ingresó Bruno Zuculini.
En esa tónica, los dos equipos estuvieron cerca de marcar con sus propuestas. Independiente desbordó por izquierda con Batallini a los 40 y el centro encontró el cabezazo de Benegas, que Armani contuvo con esfuerzo. Y River, ante el cerco bien planteado del local, intentó con un tiro lejano pero bien direccionado de Palavecino, que le hizo viento a un ángulo.
La visita tuvo una clara en el inicio del complemento, con el centro de Beltrán que Solari no pudo conectar y derivó en Barco, cuyo lanzamiento rebotó en un defensor. Pero la sensación reinante era que el Diablo estaba mejor, más vivaz para sus transiciones veloces. De hecho, Batallini, con un envío-remate, forzó la volada providencial de Armani.
Gallardo decidió mover el banco para encontrar soluciones. Con De la Cruz y Borja, mejoró. Y llegó la gran polémica de la jornada: el colombiano apeló al roce físico para imponerse ante Barreto en un centro desde la derecha. Y el zaguero, con el balón en juego, no se la bancó: le aplicó un golpe en el rostro. Rapallini no lo advirtió, pero el VAR lo llamó a revisar. Era tarjeta roja y penal. El árbitro, que representará a Argentina en el Mundial de Qatar, no sancionó.
Casi inmediatamente River estuvo a punto de marcar: un anticipo de cabeza de Mammana precisó del anticipo de Álvarez para evitar el gol.
a los 47 minutos Matias Suarez gana Riber 1, Independinte 0