El músico repasó momentos de su trayectoria y aseguró que se encuentra «bien y rodeado de gente linda».
La leyenda del rock argentino Charly García reapareció públicamente luego de que en octubre pasado participara en los festejos de sus 70 años en el megarecital realizado en el Centro Cultural Kirchner, y luego de estar internado a principios de 2022 por una quemadura en su pierna, durante una entrevista con Taty Almeida y Charly Pisoni para el programa «Qué me contás», de El Destape Radio.
En el programa especial de este mediodía del ciclo que conducen los mencionados referentes de los movimientos por los Derechos Humanos, el músico repasó momentos de su trayectoria y aseguró que se encuentra «bien y rodeado de gente linda».
«No tuve miedo, porque era invisible», dijo Charly sobre su experiencia en la última dictadura cívico-militar argentina, cuyo inicio en 1976 coincidió con la formación del supergrupo de rock progresivo La Máquina de Hacer Pájaros, que mantuvo durante un año -que calificó como «muy divertido»- junto al baterista Oscar Moro, el tecladista Carlos Cutaia, el guitarrista Gustavo Bazterrica y José Luis Fernández en el bajo.
Además, recordó las influencias y el camino que lo llevaron a explorar ese género desde la adolescencia, cuando incursionó en el folk rock con Nito Mestre en la emblemática Sui Generis a principios de los 70 y más tarde con el proyecto PorSuiGieco, para el que convocaron a León Gieco, Raúl Porchetto y María Rosa Yorio.
«Hubo un momento en que me aburrí de la música clásica, y además estaban los Beatles, que tiraban para otro lado, y mi interés por buscar cosas nuevas», relató sobre su quiebre a mediados de los 60 con la enseñanza musical académica que había recibido hasta entonces.
Fue esa también la época en la que -hoy emblemáticas- figuras del folclore y el tango nacionales como Mercedes Sosa, Eduardo Falú y Atilio Stampone se reunían en la casa familiar invitados por su madre, Carmen, quien trabajaba como productora radial: «Era un grupete bastante sui generis. Pero en un momento dije que me gustaban más los Rolling Stones y los Beatles y ahí pensé ‘bueno, la señal es muy clara'», contó el autor de himnos como «Canción para mi muerte» y «Rezo por vos».
Esas anécdotas coinciden con su paso por la escuela secundaria en el Instituto Militar Dámaso Centeno, donde «había unos milicos un poco pesados», aunque su escape era volver a su casa y a su música, entre la que también se encontraban Joni Mitchell, Neil Young y Bob Dylan.
«Parece que las cosas que a uno no le gustaban duraban poco», agregó sobre esos años en los que comenzaba a componer, pensando en «que tenía pies» y en que no se iba «a quejar más, porque ya había borrado a esa gente» de su cabeza.
En tanto, rememoró con emoción su participación junto a la agrupación Madres de Plaza de Mayo en el ciclo Buenos Aires Vivo III, realizado de forma gratuita en 1999 en Puerto Madero, donde se presentó durante casi cuatro horas en un homenaje a los desaparecidos en democracia y contó con invitados como Mestre, Javier Calamaro y Fabiana Cantilo.
«No hay otra, no les queda otra», contestó arañando el cierre sobre la pregunta casi obligada sobre si «los dinosaurios van a desaparacer»: «Imaginate que siguen ahí en sus cuarteles, la deben pasar bastante mal», dijo.